¿Qué es el yo de todo?

What is the self of everything?

Salvador Sánchez-Melgar

sanchezmelgar43@gmail.com

Resumen 

Teniendo en cuenta la hipótesis de que todo lo que existe está creado de una forma matemática por la nada, todo sería creado a través de una matemática binaria compuesta de ceros y unos, en el que los ceros serían las esencias de la nada que nacen con sus propias identidades propias  y los unos serían las entidades propias compuestas por los lugares creados por las propias esencias de la nada. De esta manera, absolutamente todo debe poseer una identidad matemática propia o yo numérico propio, ya sea como identidad numérica simple o como identidad numérica compuesta.

Palabras clave

El yo, ¿qué es el yo?, ¿qué es la existencia?, la matemática universal, la existencia, identidad propia

Abstract

Taking into account the hypothesis that everything that exists is created in a mathematical way from nothing, everything would be created through a binary mathematics made up of zeros and ones, in which the zeros would be the essences of nothing that are born with their own proper identities and the ones would be the proper entities composed of the places created by the very essences of nothing. In this way, absolutely everything must have its own mathematical identity or its own numerical self, either as a simple numerical identity or as a compound numerical identity.

Keywords

The self, what is the self?, what is existence?, universal mathematics, existence, self-identity

¿Qué es la identidad propia o yo de cada existencia? 

Basándome en la hipótesis de que el cosmos es un orden, todo tiene que ser matemática ya que matemática es orden. Para que todo funcione correctamente como matemática cada existencia debe poseer una identidad numérica propia ya sea como existencia más pequeña posible o como existencia compuesta de estas existencias. O sea, que cada existencia debe poseer su propio yo numérico, su propia alma matemática representada por un número matemático propio que no puede ser reemplazado por otra identidad propia. Por tanto, todo debe estar hecho de identidades matemáticas propias más pequeñas posibles y de identidades matemáticas propias hechas de  compuestos matemáticos formados de identidades propias más pequeñas posibles, no pudiéndose reemplazar una identidad propia por otra puesto que todas las existencias tendrían sus propias identidades propias. 

La matemática universal no dispone de números sino de representaciones numéricas, matemáticas,  las cuales están formadas por multiplicaciones de esencias de la nada y de los lugares creados por  cada nada. Esencias de la nada que entre sus nacimientos y muertes les da tiempo de crear sus lugares propios, y con ello crean sus propios tiempos, sus propios movimientos, sus propios espacios y una nueva esencia de la nada que se creará al mismo tiempo de nacer la nada que la creó, Y eso sucederá sin fin en todas partes, con todas las esencias de las nadas que surgen instantáneamente sin cesar y sin fin de las propias nadas. 

Cada esencia de la nada crea otra esencia de la nada, dándole tiempo a esta esencia de la nada  de crear otra esencia de la nada antes que la nada que le creó deje de existir. De esta manera, y como todo se produce instantáneamente y sin cesar, la multiplicación sin fin de esencias de la nada puede producirse en poco tiempo, creándose así un gran universo saturado de esencias de la nada. Cualidades de la nada: la nada es perfecta como nada, es absoluta como nada, es pura como nada, es infinita como nada, es justa como nada entre otras posibles cualidades que pueda poseer la nada.  Sánchez Melgar S. (2014) 

Todo posee su propia identidad propia, su propio yo numérico; esto no quiere decir que el yo numérico sea el mismísimo yo  que poseemos los humanos, aunque realmente  nuestro yo humano es un yo numérico adaptado a nuestra evolución,  que ha evolucionado así como yo  humano gracias a que todo pertenece a una evolución matemática. Cómo podría existir la materia, la vida, la inteligencia y todo lo que existe como orden si no hay una evolución matemática universal.

Luego se comprobó científicamente que lo de la quietud de las cosas y de los observadores no existen como quietud puesto que absolutamente todo se mueve sin cesar. 

El afirmar  Einstein que todo posee su propio movimiento significa que todo posee su propia identidad propia. El descubrimiento de Einstein significa que absolutamente todo, sea como sea, ya sea como lo más pequeño posible o como lo más grande posible como pueda ser la totalidad del universo,  posee su propio movimiento ya sea como espacio o como  tiempo, eso quiere decir que todo lo que existe posee su propia identidad propia. 

La materia más pequeña posible, un planeta, una montaña, una silla, una mesa, una persona, un vehículo,  o sea lo que sea, posee su propia identidad propia, ya sea como unidad más pequeña posible o como compuesto de identidades. Todo se puede dividir en compuestos de unidades, solamente las unidades más pequeñas posibles son indivisibles. 

Por ejemplo, un brazo posee su propia identidad como brazo, compuesto de identidades propias que forman ese brazo y a la misma vez forma parte de una identidad propia llamada persona, que a su vez está compuesta de infinidades de identidades propias que son las existencias de la que está compuesta como persona que es. Si separamos el brazo de una persona, el brazo poseerá su identidad propia como brazo separado y la persona poseerá su identidad propia sin ese brazo. Como todo es matemáticas, todo posee su propia identidad propia o yo matemático, pudiendo todo formar compuestos de identidades propias o yos matemáticos. Ya que todo posee su propio movimiento y tiempo tal como dijo Einstein. No importa repetirlo una vez más, al poseer todo su propio movimiento y tiempo también todo poseerá su propio espacio dinámico, o llámense lugares dinámicos propios, sus propias existencias y sus propias identidades propias.